La realidad hoy en día de Internet, es que nos cuesta realizar pequeños pagos por la utilización de servicios, existe una barrera psicológica que perjudica tanto a consumidores como a empresas. La solución que ha surgido para sortear este comportamiento es el modelo de negocio freemium.
El freemium es un modelo de negocio que consiste en ofrecer ciertos servicios gratuitos a grupo de usuarios (free users) mientras un segundo grupo de usuarios (premium users) asumen un precio por una serie de servicios más avanzados. Es decir, brinda de forma gratuita (con limitaciones) sus productos y servicios para crear una base de clientes. La idea es sencilla: atraer a usuarios con un servicio gratuito en primera instancia, darles un tiempo de uso para engancharles y posteriormente cobrar por funcionalidades extras.
Existen distintos tipos de modelos freemium: por tiempo (versión de prueba Adobe Photoshop); por funcinalidad (Linkedin avanzado es de pago); por capacidad (Dropbox, gratis hasta 2Gb, luego pagas) o por anuncios (Spotify, si pagas no escuchas anuncios).
Las ventajas del uso de este modelo reside en que el valor del servicio aumenta con el tiempo, lo que supone una mayor probabilidad de conversión como cliente del mismo. Por otro lado, aumenta la viralidad, atrayendo a nuevos clientes. Por ejemplo, para utilizar Dropbox necesitamos que el otro usuario esté registrado, por lo que consigues un nuevo cliente y además la persona que comparte recibe un espacio adicional.
Según Javier Megías, experto en modelos de negocio, es recomendable comenzar una estrategia Freemium por el final. Es decir, diseñar el modelo de negocio Premium y cuando éste ingrese dinero, tiene sentido establecer la parte free. Así, potenciaremos la difusión y conversión pero ya cuando el software ha sido aceptado.
Un buen ejemplo es lo que sucede con los triales o versiones de prueba. El archiconocido Photoshop y todos los productos de Adobe. Te permiten al registrarte una prueba de 30 días de su producto, teniendo acceso a todas las funcionalidades del programa, lo que hace reconocer un genial producto por el que pensarse seriamente pagar. En el caso de Spotify combina publicidad y tiempo, pagas para no tener publicidad y también elegir qué tipo de usuario quieres ser y tener tiempo ilimitado diario para escuchar tus listas de éxito.
Los últimos que se han subido al carro de modelos Freemium son los apps de los market mobile o app store. Los juegos suelen utilizar versiones lite que te permiten comenzar la aventura pero dejarte a medias con la condición de si pagas tener acceso a otros tantos mundos o funcionalidades. Es evidente, que se trata de una estrategia muy interesante, siempre que validemos previamente que estamos delante de un gran producto. De ahí, los Freemium reportarán un beneficio último, tanto al comprador como al anunciante.
Publicado por Elena Romero Ruiz