La intimidad que ofrecen los mensajes privados es un bien muy preciado en determinados momentos. Hasta ahora Twitter tenía limitado su uso. Ya no. Ahora bien, ¿qué supone eso?
La posibilidad de mandar un tweet sin que nadie más lo vea hasta ahora solo se podía realizar a aquellos que te seguían. Esta es la razón por la que en las time line era frecuente leer algún “¡Sígueme, que quiero mandarte un mensaje!”. A partir de ahora, aunque sólo para las cuentas más veteranas, no será necesario porque lo puedes enviar aunque la otra persona no se encuentre entre tus seguidores.
Esta medida no estaba hecha al azar, tenía su razón de ser. Con ella se fomentaba el aumento de seguidores. Además de ser una manera de cerciorarse de que en tu timeline solo tenías tweets de gente que tú hubieras decidido, evitando así la publicidad y el spam. Esta última es la razón que más se teme al abrir la veda del mensaje directo. A partir de ahora te pueden llegar mensajes de cualquier compañía o usuario que te quiera vender algo.
La salida a bolsa de la Twitter es desde luego un reto y necesita estar en la mejor forma posible. Un sistema de publicidad mínimo y no del todo explotado junto con las cuentas falsas ya son un lastre para la compañía así que es normal que intente potenciar sus otros puntos. Este en concreto la acerca un poco más a Facebook, quien desde el principio permitía este tipo de mensajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario